¿Qué opinión merece esto? Evidentemente, como se ha citado con carácter previo al desarrollo de esta explicación, el artículo 14 de la CE reconoce que todos los españoles son iguales ante la ley, independientemente de cual sea su religión, raza, sexo o ideología. Incide aquí el principio que dicta que la igualdad reconocida no impide la posibilidad de tratar de manera distinta aquello que no es igual. El Rey, dada su posición, no puede equipararse a un ciudadano de a pie, pero ¿Hasta qué punto es esto justo? ¿Hablamos de Derecho o de simple protocolo? ¿Qué mérito tiene nacer vinculado a una dinastía? Puede parecer una cuestión meramente banal, incluso trivial, pero hoy, siete de noviembre, puede que hayan procesado a algún individuo por robar una barra de pan y lo más probable es que haya incurrido una pena sobre su conducta... Mañana, si el Rey comete un homicidio, simplemente quedará inhabilitado y el Príncipe pasará a ocupar su puesto. Nunca compartirá celda con un individuo que hubiere cometido su mismo delito... A él, simplemente, "le quitamos el título".
Un resquicio de las lagunas de la Constitución Española.
Como decía Montesquieu, "la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie".
Como decía Montesquieu, "la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie".
Mi inclinación es más hacia la filosofía. Aún así, seguiré con gusto tu blog. Una gran carreta la del derecho. Admirable.
ResponderEliminarUn abrazo.